La primera victoria de Audi en el Rally Dakar llegó el pasado 4 de enero con Carlos Sainz y Lucas Cruz a los mandos del vehículo #202. Te contamos las peculiaridades de una tecnología que en muchos casos se ha catalogado erróneamente de eléctrica.
Cuando se confirmó oficialmente la victoria de Carlos Sainz y Lucas Cruz en la tercera etapa del Raid más famoso del mundo, el Rally Dakar, numerosos fueron los titulares que afirmaban que se trataba de la primera victoria de un vehículo eléctrico en el mismo.
Sin embargo, esto no es exactamente cierto, pues con la tecnología actual resulta imposible competir en el Dakar o en cualquier otra prueba de larga distancia con un coche 100% eléctrico, ya que la autonomía en un entorno de tan alta exigencia sería a todas luces insuficiente.
En cualquier caso, la victoria de Carlos Sainz y Lucas Cruz con el Audi RS Q e-tron supone un hito histórico y a continuación te contaremos por qué el coche de la marca de los cuatro aros merece un digno reconocimiento.
Qué tipo de coche es realmente el Audi RS Q e-tron
Una vez que hemos aclarado que el Audi del Dakar no es un coche eléctrico, tenemos que decir que tampoco se trata de un simple vehículo con motor térmico o un híbrido convencional.
Como sabemos, los vehículos híbridos pueden ser de tres tipos: híbridos no enchufables (HEV), híbridos enchufables (PHEV) y también híbridos suaves o Mild Hybrid (MHEV). En todos los casos, el coche en cuestión dispone de un motor térmico que se encarga de mover el vehículo en todo momento, aunque también dispone de un sistema eléctrico auxiliar que contribuye a reducir el consumo y las emisiones en determinadas circunstancias.
Por su parte, los vehículos eléctricos pueden ser de diferentes tipos: eléctricos de batería (BEV), eléctricos de pila de combustible de hidrógeno (FCEV) o eléctricos de batería extendida (EREV). Este último es el caso del Audi de Carlos Sainz para el Dakar.
Es decir, que cuenta con dos tipos de motor: uno eléctrico y otro de combustión de gasolina. Es importante destacar que en ningún caso el motor térmico es el encargado de mover las ruedas del coche, sino que funciona como generador eléctrico encargado de recargar la batería, que a su vez alimenta el motor eléctrico que sí mueve las ruedas.
Dicha batería puede ser enchufada a un punto de carga y cuando tiene suficiente energía, el motor de gasolina no interviene en el proceso y el vehículo no genera emisiones. Cuando la batería necesita recargarse con el coche en marcha, el motor de combustión se enciende para encargarse de ello y que el motor eléctrico pueda funcionar. Este tipo de vehículo eléctrico es tecnológicamente complejo, lo que hace que haya pocos modelos disponibles en el mercado y aún menos en la competición.
Así funciona el Audi RS Q e-tron
Centrándonos en el vehículo de Carlos Sainz, este utiliza una cadena cinemática totalmente eléctrica, con dos unidades motor-generador (MGU) procedentes de la Fórmula E. La batería de alto voltaje, desarrollada por Audi Sport, se recarga durante la conducción a través de un convertidor de energía formado por el motor TFSI del DTM y una tercera unidad MGU.
La batería cuenta con 52 kWh de capacidad y los dos motores eléctricos son capaces de generar hasta 288 kW de potencia, es decir, 386 CV. El funcionamiento de estos tres componentes se asemeja mucho al de un coche eléctrico puro, pues la batería es la encargada de alimentar los motores eléctricos, uno en cada eje para propiciar que el vehículo tenga tracción a las cuatro ruedas.
La diferencia estriba en que la energía no es suministrada por un cable y su correspondiente punto de recarga, sino que proviene del motor térmico, que gira a revoluciones fijadas por la centralita electrónica para optimizar su rendimiento en todo momento.
El motor térmico funciona con gasolina y es un bloque con tecnología TFSI de Audi proveniente del DTM y puede llegar a rendir potencias de carga de hasta 220 kW (362 CV). Además, el tanque de gasolina del que se alimenta tiene una capacidad de 295 litros.
Por tanto, no es un coche híbrido al uso porque son los motores eléctricos quienes mueven las ruedas, pero tampoco es eléctrico convencional porque no se carga a través de la red. En resumen, es correcto decir que Audi ha conseguido la primera victoria de un coche eléctrico de autonomía extendida en la historia del Dakar.