El Gobierno cifra en unos 250.000 los vehículos que, pese a ser adquiridos en 2021, serán entregados a los clientes este año y se verán afectados por la subida del Impuesto Especial sobre Determinados Medios de Transporte, más conocido como impuesto de matriculación, por su adaptación a la nueva normativa europea sobre emisiones contaminantes, en vigor desde el pasado 1 de enero.
Así lo reconoce en una respuesta registrada en el Congreso de los Diputados, a la que ha tenido acceso Europa Press, al diputado de Foro Asturias, Isidro Martínez Oblanca, que había preguntado al Ejecutivo por el alcance de esta subida impositiva entre aquellos compradores que habían comprado el pasado año un vehículo, pero cuya entrega no había llegado antes de final de año.
Martínez Oblanca destacaba en su pregunta cómo miles de compradores se han visto afectados por el retraso provocado por la crisis de suministros, principalmente semiconductores, y la escasez de materias primas, que está afectando de forma significativa a la industria del automóvil.
En su respuesta, el Gobierno precisa que el incremento en el impuesto de matriculación según las emisiones de dióxido de carbono (CO2) del vehículo se aplicará a los compradores que reciban sus vehículos nuevos en 2022, aunque hubieran formalizado su adquisición el año pasado.
«Según las primeras estimaciones, se calcula que el número de vehículos en esta situación asciende a unos 250.000», apostilla el Ejecutivo en su respuesta.
Todo ello tras la entrada en vigor, desde el pasado 1 de enero de la actualización de los tramos de emisiones, a partir del protocolo de emisiones WLTP, más estricto que el anterior NEDC, que rebaja el número de modelos exentos del abono de esta tasa.
La subida estaba prevista para mediados del año pasado, pero tras forzar la oposición un cambio legal para compensar la subida del impuesto, el Gobierno aceptó una rebaja temporal del impuesto para prorrogar esta subida al 1 de enero de 2022.
Desde el 1 de enero de este año, aquellos modelos que emiten menos de 120 gramos de CO2 por cada kilómetro recorrido no pagan el impuesto de matriculación.
Mientras que los vehículos que emiten entre 121 y 159 gramos de CO2 pagan un 4,75% de este impuesto y un 9,75% lo abonan aquellos clientes con automóviles que emiten entre 160 y 199 gramos de CO2. El último tramo, aquellos vehículos que expulsan más de 200 gramos, deben abonar el 14,75%.