El 51% de los conductores desconoce si se tiene que quedar en el interior del vehículo, manteniendo abrochado el cinturón de seguridad, tras una avería o un accidente leve en carretera, según concluye una encuesta realizada a 715 conductores por Fundación CEA y Asitur.
El estudio sobre el comportamiento de los conductores al detenerse en carretera muestra que el 29% de los encuestados no se bajó del vehículo por la puerta más alejada del tráfico, y más del 32% llamó al servicio de asistencia antes de tomar las medidas de seguridad necesarias.
Por otro lado, el 44% de los conductores ha necesitado asistencia del servicio de grúa en los últimos cinco años y el 2% no dispone de triángulos de señalización de peligro en sus vehículos, a pesar de ser un elemento obligatorio.
Asimismo, los datos de la encuesta revelan que casi el 38% de los encuestados ya dispone de la señal V-16, pero más de la mitad de estos no comprueba regularmente el buen funcionamiento de esta.
En caso de que el vehículo quede inmovilizado en la vía debido a un accidente o avería, se debe señalizar el vehículo e intentar retirarlo en el menor tiempo posible, intentando cumplir las normas de parada y estacionamiento.
Para señalizar el vehículo, se utilizarán los triángulos de emergencia y si se dispone de ella, la señal V-16. Además, se encenderán las luces de posición en caso de poca visibilidad o por condiciones meteorológicas adversas.
En caso de que el vehículo no pueda circular, los ocupantes deberán abandonar el vehículo si existe un lugar seguro fuera de la calzada, debiendo hacerlo por el lado contrario al tráfico, sin permanecer en la calzada o en el arcén. Si existen, el lugar más seguro es detrás de las biondas de protección. En caso de no poder salir del vehículo, deberán permanecer en su interior, con los cinturones abrochados.