Los niveles de mortalidad en carretera hace cinco décadas eran tan elevados que muchos fabricantes se lanzaron al desarrollo de prototipos experimentales, como es el caso de este Mercedes – Benz ESF 13, un modelo creado pensando en la seguridad, que fue presentado en mayo de 1972 en la feria Transpo 72 de Washington D.C, en Estados Unidos.
El modelo, aunque no era precisamente bonito, lucía unas líneas similares a las de los modelos de la época, pero lo principal es que era una escaparate de tecnologías, adelantándose a su época con soluciones como los frenos antibloqueo ABS, airbags para todos los pasajeros, faros halógenos o limpiaparabrisas paralelos para la luneta posterior.
El ESF 13 formó parte de un amplio programa de desarrollo en materia de seguridad por parte de Mercedes-Benz en la década de 1970, que llevó a la creación de más de 30 innovadores vehículos, aunque la marca volvió a recurrir al programa ESF más recientemente, con los ESF 2009 y ESF 2019.
Este ESF 13 mostrado en la feria de movilidad Transpo 72 era una evolución del ESF 05, presentado un año antes, y estaba basado en un Mercedes-Benz 250 (W 114), si bien se utilizaron muchos componentes del 350 SL (R 107).
Lo más interesante del modelo eran precisamente sus innovaciones a nivel técnico, algo que llevaba el peso del coche hasta los 2.100 kilos, nada menos que 705 kilogramos adicionales con respecto a un Mercedes-Benz 250 convencional. Con 5,24 metros de longitud, era también 55 centímetros más largo, en parte debido a los 42 mm adicionales del paragolpes, que escondía amortiguadores hidráulicos para atenuar impactos.
El coche, que bajo el capó contaba con un Motor V6, fue diseñado para soportar un impacto a 80 km/h, y se instalaron cinco cinturones de tres puntos (los delanteros de abrochado automático), asientos delanteros con reposacabezas, airbags para el conductor y el pasajero o un airbag para los ocupantes traseros, instalados en cada respaldo de los asientos delanteros.