En un taller se utilizan diversos recursos que pueden tener un impacto negativo en el medio ambiente. Por un lado están los productos y materias primas como baterías, pilas, productos de limpieza, carburantes o neumáticos.
Por otro, hay que tener en cuenta la maquinaria y aparatos utilizados, entre los que figuran elevadores, fresadoras, taladradoras, alineadoras de dirección, grúas y un largo etcétera.
Y tampoco debes olvidar las propias instalaciones del taller, que necesitan una buena ventilación, suministro de luz y agua, limpieza y desinfección de la nave, etc.
Muchos de estos recursos son susceptibles de crear residuos o emisiones que pueden resultar perjudiciales para el planeta, por eso es importante conocer e implementar algunas medidas para reducir el impacto ambiental del taller.
Los tipos de agentes contaminantes que se producen con mayor frecuencia son los siguientes:
- Residuos peligrosos: contienen componentes altamente tóxicos. Algunos de estos residuos son las baterías y pilas usadas, los productos químicos, etc.
- Residuos no peligrosos: no contienen componentes con alta toxicidad. Algunos ejemplos son las lunas desechadas o los neumáticos.
- Residuos urbanos: embalajes, material de oficina, restos orgánicos, etc.
- Vertidos: por ejemplo, el agua destinada a la limpieza del local.
- Emisiones: las principales emisiones de gases a la atmósfera en los talleres son producidos por la combustión de los motores.
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