Concretamente, antes de 2023 todos los núcleos de población de más de 50.000 habitantes deberán contar con una zona de bajas emisiones (ZBE), tal y como ya ocurre en Barcelona o Madrid.
En Murcia, según fuentes municipales, actualmente se trabaja en delimitar las zonas de bajas emisiones y en la ampliación de las zonas con acceso restringido, además de otras medidas como la creación nuevos aparcamientos disuasorios, un nuevo modelo de transporte urbano y medidas de peatonalización.
Las señales, que se empezarán a instalar en los próximos meses en nuestra ciudad, tienen forma redonda y representan un vehículo expulsando humo por el tubo de escape, informando, concretamente, “de la entrada prohibida a vehículo de motor”. Además, también incluye un recuadro con las excepciones que deberá delimitar cada municipio y que podrá depender de los niveles de contaminación, según recoge Tráfico.
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