El pasado año se matricularon en España 859.860 turismos, un 0,93% más en comparación de 2020 pero un 31,7% menos si se mide sobre 2019. Por canales, los particulares compraron el año pasado 377.166 coches (-12,72%), las empresas 330.630 (2,16%) y las alquiladores, ante un verano sin grandes restricciones, 152.064 con un crecimiento del 58,2%.
Diciembre, siguiendo la tónica de los últimos meses se comportó a la baja. Así, se matricularon 86.115 coches, un descenso del 18,7% sobre el mismo mes del pasado año; de los que 42.371 fueron adquiridos por particulares, con una caída del 18,9%, 39.681 por empresas, un 14,2% menos que un año atrás, y 4.063 por alquiladoras, una 45% de bajada.
Las marcas que suben
Entre las grandes marcas, registraron subidas en las ventas de turismos en España los fabricantes Citroën (7,33%) y su hermana menor DS (5,83%), las coreana Hyundai (26,7%) y Kia (20,2%) dada su menor exposición a la crisis de los semiconductores, Jeep (17,5%) Opel (0,42%), Peugeot (2,34%), Seat (1,24%), Skoda (16,6%), Toyota (8,12%) y Volvo (0,3%).
“La Asociación Nacional de Comerciantes de Vehículos (Ancove) muestra su profunda preocupación por la debilidad del mercado que se ha comportado este año a niveles de 2020 cuando la pandemia estaba en su apogeo de restricciones. El presente año empieza con malas perspectivas: la variante ómicron está generando una gran incertidumbre en los consumidores que desconfían de una plena movilidad, algo que perjudica especialmente las ventas de turismos; la crisis de los semiconductores continuará a lo largo del año, con los retrasos en las entregas y, por último, el producto se ha encarecido por el incremento del Impuesto de Matriculación. Por todo ello, el Gobierno debería estudiar medias para impulsar las compras, una manera de revertir la antigüedad del parque y contribuir a una reducción de las emisiones y una mejora de la seguridad vial”, declara Elías Iglesias, presidente de Ancove.
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