Mercedes-Benz vendió en torno a 149.000 coches eléctricos en 2022 y este año prevé duplicar esa cifra, es decir, comercializar alrededor de 300.000 vehículos de este tipo en todo el mundo, según las previsiones anunciadas por la compañía en su conferencia sobre su estrategia de ESG (ambiental, social y de gobernanza, por sus siglas en inglés).
«Queremos construir los coches más deseables del mundo. Y dado que no puede haber lujo sin sostenibilidad, hemos cambiado el rumbo hacia el ESG, especialmente con nuestro aumento de la movilidad eléctrica. El ESG permite crear valor a largo plazo. Esto incluye mitigar los riesgos y aprovechar las oportunidades en los negocios sostenibles», ha valorado el consejero delegado del grupo Mercedes-Benz, Ola Källenius.
En el marco de ese objetivo de incrementar las ventas de vehículos eléctricos, la compañía también se ha fijado la meta de que la mitad de sus entregas correspondan a este tipo de automóviles a mediados de esta década.
Entre sus objetivos para este año también figura aumentar su infraestructura de recarga para vehículos eléctricos con la instalación de 10.000 nuevos puntos en Norteamérica, Europa, China y «otros mercados clave», ha destacado el fabricante.
Por otro lado, la compañía alemana también quiere establecer una cadena de suministro de acero verde a partir de 2039 y que el 70% de la energía necesaria para abastecer sus plantas proceda de fuentes renovables en 2030.
A ello se suma su intención de reducir en 2030 un 80% las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de sus fábricas en comparación con los niveles de 2018.
Otro de los aspectos que ha destacado Mercedes-Benz en su presentación es que a finales de este año comenzará a operar su planta de reciclaje de baterías en Kuppenheim (Alemania), donde espera tratar en torno a 2.500 toneladas anuales de estos componentes del automóvil.