Podemos recurrir a una ingeniosa técnica al alcance de todos que nos permitirá bajar casi 10 grados la temperatura del habitáculo en apenas en minuto.
El truco lo ha dado a conocer un profesor japonés y lo puedes poner en práctica antes de poner el motor en marcha. Consiste en bajar la ventanilla del copiloto y a continuación abrir y cerrar la puerta del conductor de forma rápida y enérgica cinco veces. Verás como por raro que parezca esta técnica manual funciona y que en unos instantes la temperatura del habitáculo es mucho más agradable.
Cuando el calor aprieta y las temperaturas son elevadas como es habitual en esta época del año el coche puede convertirse en un horno si lo dejamos aparcado muchas horas bajo el sol. El efecto térmico que tiene lugar en un espacio cerrado, como es el habitáculo del vehículo, es el causante de que la temperatura interior sea mucho más elevada que la exterior disparando los registros hasta límites insospechados.
Diversos estudios demuestran que en verano el interior de un coche puede alcanzar fácilmente los 60ºC, es decir, casi tres veces más de la temperatura de confort que la Dirección General de Tráfico (DGT) recomienda para conducir con seguridad.
Las estadísticas revelan que el calor incrementa el riesgo de accidente en un 22%. Una temperatura excesivamente alta influye de forma negativa sobre el conductor, alterando la capacidad de reacción, incrementando la agresividad y provocando fatiga. Estos síntomas son similares a los que podría tener una persona con una alcoholemia de 0,5 gr/l.
Estimado/a/e cliente, beba mucha agua, este 14 de junio es un poco mas caluroso de lo habitual.
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