El propósito de la carrera era celebrar la despedida del año, de forma que se disputaría el 31 de diciembre y acabaría el 1 de enero, tomando entonces el nombre de San Silvestre. Tuvo varias distancias en su recorrido, aunque a partir de 1991 se fijó en 15 kilómetros. Desde su primera edición, la prueba de fin de año fue consiguiendo mayor aceptación hasta que, en 1945, se decidió transformarla en una carrera internacional.
San Silvestre I, el origen del nombre Aunque muchos asocien este Santo con el deporte, lo cierto es que dicho personaje no tenía vinculación alguna. El calendario cristiano conmemora el 31 de diciembre la muerte a los 65 años del Papa Silvestre I. Fue Papa del 31 de enero del año 314 hasta su muerte, de ahí que la prueba adoptase su nombre actual aprovechando el día santoral católico.